Reseña | Sed - Neal Shusterman & Jarrod Shusterman

Título: Sed

Título original: Dry

Autores: Neal Shusterman & Jarrod Shusterman

Traductora: Pilar Ramírez Tello

Editorial: Nocturna

Páginas: 418

Fecha de publicación: 15 de abril de 2019

Alyssa vive con su familia al sur de California, en un barrio residencial muy apacible... Hasta que, un día, del fregadero deja de salir agua. Tras padecer varios años de sequía, eso tampoco es extraño; allí todo el mundo está acostumbrado a las advertencias: no riegues el césped, no llenes la piscina, no te des duchas largas.

Pero esta vez ya no queda agua que ahorrar.

En cuestión de unas horas, el apacible barrio residencial se ha llenado de familias desesperadas y dispuestas a todo con tal de conseguir un bidón de agua. Y cuando sus padres no regresan, Alyssa, su hermano y el peculiar vecino que los acompaña no tienen más remedio que empezar a tomar decisiones difíciles para sobrevivir. Cueste lo que cueste.

Sed es un libro que me llamó la atención desde que salió a la venta, pero siempre acababa leyendo otros libros que tenía pendientes. No obstante, en el club de lecturas conjuntas Oasis literario salió como lectura, por lo que al final me acabé animando con él. A grandes rasgos el libro me gustó, pero sí que me esperaba que me gustase más. 

El agua se ha acabado. Tras tiempo de sequía y de prohibir hacer un mal uso del agua, los grifos del sur de California se han secado. A pesar de las advertencias, la gente entra en pánico y busca el recurso más importante para la vida desesperadamente: agua. Entre todo este caos, los padres de Alyssa hacen lo que está en sus manos para sobrevivir, y eso implica ir a la playa a por provisiones. Pero no vuelven y Alyssa y su hermano Garret tendrán que tomar decisiones que nunca pensaron que tomarían para sobrevivir. ¿Está todo perdido o todavía queda una solución?

Hacía tiempo que no me enganchaba tanto a un libro, pero es normal teniendo en cuenta que estamos ante una novela original que te mantiene en tensión desde la primera página. Imagínate en un mundo en el que hay problemas con el agua y que abres el grifo y no sale ni una sola gota. ¿Cómo reaccionarías? Poco a poco la gente de tu entorno se vuelve cada vez más violenta. ¿Tú también lo harías? ¿Serías capaz de hacerle daño a alguien con tal de conseguir una sola gota de agua? Esas y muchas más reflexiones son las que los autores reflejan en esta historia. Hay quienes pueden pensar que estamos ante un libro de ficción (y estarían en lo cierto), pero ¿de verdad todo es ficción? Sed nos presenta un mundo apocalíptico en el que el recurso más preciado para todo ser vivo se ha agotado en una parte del mundo por el cambio climático, pero yo me pongo a pensar si eso mismo podría pasar en nuestra sociedad y no me cabe la menor duda de que pasará. No sé cuándo, pero lo sé. Sed nos hace reflexionar, y mucho, pero sobre todo nos hace tomar conciencia de la gravedad del asunto. Puede que la trama no me haya conquistado, pero sin duda deja huella. Lo que más destaco de esta historia es el comportamiento humano que se refleja en ella. Reconozco que me impactó que en tres días la gente estuviera tan descontrolada y que no se hubiese preparado ni lo más mínimo para lo que era tan evidente que pasaría, pero por otra parte entiendo esa agresividad. No es la primera vez que leo un libro en el que pasa algo que pone en riesgo la vida humana y todos empiezan a comportarse de manera irracional, y cada vez tengo más claro que, de pasar algo parecido hoy en día, nos comportaríamos exactamente de la misma manera que se refleja en la mayoría (si no todos) de los libros apocalípticos. Soy de las que piensan que la naturaleza del ser humano es destruir cosas, pero en este libro me pareció increíble cómo la gente empezaba a ponerse agresiva cuando solo habían pasado dos días del corte del agua.

En cuanto a los personajes, me costó congeniar con ellos por sus personalidades y por las decisiones que tomaban. Había veces en las que estaba de acuerdo con alguno de ellos, pero otras no y eso, en ocasiones, me ponía nerviosa. Alyssa es una de las protagonistas, una adolescente de 16 años que tiene que cuidar de su hermano pequeño Garret ella sola luego de que sus padres no volvieran de buscar agua. En general se podría decir que me gustó su personaje por ser la más sensata de todas, pero a veces su actitud de buena samaritana me sacaba de quicio. Luego, Garret me pareció demasiado maduro para su edad (tiene 10 años), y Kelton McCracken es el típico vecino raro, pero es bastante útil por las muchas cosas que sabe. A medida que transcurre la historia van apareciendo otros personajes que, poco a poco, se van convirtiendo en protagonistas, como Jacqui -una chica que prácticamente está en contra del mundo- y Henry, el típico niño rico que aprovecha la crisis hídrica para hacerse aún más rico (tengo que reconocer que no tenía mal montado el chiringuito).

La narración es en primera persona desde varias perspectivas, por lo que hay capítulos narrados por Alyssa, Kelton, Jacqui y Henry. Los capítulos son de extensión media y de vez en cuando aparecen historias sueltas que complementan la historia, cosa que no me esperaba y que me gustó bastante encontrar. La pluma de los autores no se diferencia en ningún momento, por lo que el libro parece que está escrito a dos manos en vez de a cuatro, y la narración no se hace pesada en ningún momento porque no nos recarga de información ni detalles. Tal y como está escrito, el libro se lee enseguida. El final me pareció rápido y no me lo esperaba así, por lo que me decepcionó.

En conclusión. Sed es un libro que me dejó con un buen sabor de boca, pero esperaba una historia más increíble y emocionante. Es un libro original que te mantiene en tensión desde el primer momento y el cual te muestra cómo se comporta el ser humano en momentos desesperados. Aun así, lo que más destacaría del libro no es eso, sino las numerosas reflexiones que se encuentran a lo largo de la historia, y es que en esta novela lo que se busca es concienciar al lector sobre la importancia del agua y que debemos ahorrarla lo máximo que podamos porque es el recurso más valioso del ser humano. No llegué a congeniar con los personajes por las decisiones que tomaban y por su forma de hacerle frente a la situación, y el final me pareció demasiado rápido, a la vez que no me lo esperaba de esa manera, pero aun así recomiendo este libro encarecidamente.

Puntuación: 

3,75/5