Reseña | El beso del infierno - Jennifer L. Armentrout. Los elementos oscuros #1

Título: El beso del infierno

Título original: White Hot Kiss

Autora: Jennifer L. Armentrout

Traductor: Miguel Trujillo

Trilogía: Los elementos oscuros #1

Editorial: Plataforma Neo

Páginas: 408

Fecha de publicación: 19 de septiembre de 2016

Layla, de diecisiete años, solo quiere ser normal. Pero con un beso que mata a cualquiera que tenga alma, ella es cualquier cosa menos normal. Mitad demonio, mitad gárgola, Layla tiene habilidades que nadie más posee. Criada entre los Guardianes –una raza de gárgolas que tiene la misión de cazar demonios y mantener a la humanidad a salvo–, Layla intenta encontrar su lugar, pero eso significa esconder su lado oscuro de aquellos que más ama. Especialmente del atractivo Zayne, un Guardián de quien ha estado enamorada desde siempre. Cuando menos se lo espera, Layla conoce a Roth, un demonio sexy y tatuado que dice saber todos sus secretos. Layla es consciente de que debería permanecer lejos de ese chico, pero hay algo que se lo impide… especialmente cuando se percata de que con él sus besos no son mortales, ya que Roth no tiene alma. Pero en el momento en que Layla descubre que ella es la razón del violento levantamiento demoniaco, confiar en Roth no solo puede arruinar su oportunidad con Zayne… Podría convertirla en una traidora para su familia. Peor aún, podría llevarla a un viaje sin retorno al fin del mundo.

Llevaba muchísimo tiempo queriendo leer este libro (prácticamente desde que se publicó), pero por unas razones u otras siempre era otra lectura la que acababa en mis manos. Hasta que llegó el día. El beso del infierno salió como una de las lecturas conjuntas de septiembre en mi club y nos gustó tanto que seguimos con la trilogía. A día de hoy también tengo leída la segunda parte (llevo un retraso con las reseñas que no es normal), así que intentaré no "influenciarme" por lo que no me ha gustado de La caricia del infierno.

En un mundo donde los guardianes y los demonios existen, Layla no es ni lo uno ni lo otro, sino ambas. Mitad demonio y mitad guardiana, nunca ha encajado en ningún sitio. En su casa, los guardianes no la terminan de aceptar, sus amigos no saben quién es realmente y no puede mantener una relación sentimental con nadie porque lo mataría. Sintiéndose incompleta, su día a día se basa en ir a clase e identificar demonios para que los guardianes se puedan ocupar de ellos, pero la llegada de cierto demonio hará que se replantee su vida. 

Es el primer libro que leo de Jennifer L. Armentrout y tengo claro que esta trilogía no será la única que lea. He de decir que iba con muchas expectativas porque los romances paranormales me pierden, pero he quedado encantada en cuanto a la historia. No contiene mucha acción, pero como libro de fantasía está muy bien y está bien ambientado, al igual que la historia está bien desarrollada. Normalmente las primeras partes tienen un ritmo lento porque están destinadas a ponernos en situación y en este caso en concreto a explicarnos cómo son los guardianes y los demonios y cuáles son sus habilidades, pero aunque en este libro la historia está bien explicada, a mi no se me ha hecho pesada. Tiene buen ritmo en todo momento, por lo que la lectura se hace bastante ligera. Por otra parte, con lo que no he quedado tan encantada ha sido con los personajes, pues la protagonista me ha parecido demasiado infantil para su edad (17 años). Que si, es un libro juvenil, pero La reina roja también lo es y Mare no es tan inmadura como lo es Layla. Y tampoco me ha gustado el triángulo amoroso. Sabéis que los odio, y esta vez no ha sido diferente. Y encima a eso hay que sumarle lo desesperante que me ha parecido, incluso más que el de La selección.

Profundizando en los personajes, Layla me ha caído regular. Se ha criado con los guardianes desde pequeña, pero por culpa de su mitad demoníaca siempre se ha sentido fuera de lugar, aunque tampoco ayuda que las personas con las que convive la miren recelosos. Es una protagonista a la que le falta madurez y ser más valiente, y en general me ha parecido muy niña por lo ingenua e infantil que podía llegar a ser. Si no hubiese leído la segunda parte os diría que esperaría que se espabilara, pero como ya la he leído... Mejor me callo 😆.

Zayne, su mejor amigo guardián, es un pesado de manual. Es tan protector que después de que aparezca dos veces ya te parece cansino. Hasta me ha recordado un poco a Tamlin, de ACOTAR. Sin embargo, Roth es todo lo contrario. Cumple con el típico cliché de chico malo que además es sarcástico y divertido, pero qué queréis que os diga. A mi me ha encantado y aquí mismo me declaro oficialmente #TeamRoth. Precisamente su personalidad es la que lo hace un buen personaje y con él se ve reforzado el dicho "ni los buenos son tan buenos ni lo malos tan malos". Además, se preocupa por Layla, pero le deja su espacio y permite que haga lo que ella crea más conveniente, no como Zayne.

"Las personas con las almas más puras son capaces de las maldades más grandes. Nadie es perfecto, sin importar lo que sean o por qué bando luchen".

Los personajes secundarios que más destacan son los dos mejores amigos humanos de Layla: Stacey y Sam, que hacen que su vida sea un poco más normal, y los guardianes de la casa y Abott (el líder).

La narración es en primera persona desde el punto de vista de Layla y la pluma de la autora es bastante sencilla. Los diálogos son simples, pero las descripciones justas hacen que la lectura sea ligera. El final es sorprendente e impredecible. Sin duda te deja con ganas de leer la segunda parte.

En conclusión: El beso del infierno es uno de los mejores libros juveniles de fantasía que he leído. Es muy adictivo, la historia está bien desarrollada y se lee muy rápido por la fluidez de la pluma de la autora. El triángulo amoroso, la inmadurez de la protagonista y la sobreprotección de Zayne (uno de los guardianes) han hecho que no disfrutara más de esta lectura, pero sin duda os lo recomiendo si os gustan los libros juveniles y los romances paranormales.

Puntuación: