Reseña | ¡Te odio, Derek Brooks! - Isabella Marín

Título: ¡Te odio, Derek Brooks!

Autora: Isabella Marín

Editorial: Autopublicado

Páginas: 293 (digital)

Fecha de publicación: 05 de octubre de 2018

La alocada, divertida, (un poco loca, quizá) Lizzy O´Conner tiene un sueño: publicar un libro bajo el sello de Ediciones Brooks que, a su juicio wisconsiniano, es la mejor editorial de la ciudad. Tristemente, los sueños de la señorita O´Conner se convierten en cenizas el día en el que recibe una carta poco halagadora de parte de Derek Brooks, editor cascarrabias y niño de papá, que no tiene nada mejor que hacer que definir su trabajo como “una mierda”, hundiendo así sus pobres esperanzas pueblerinas. Asaltada por la furia y la sed de venganza, Elisabeth convierte al encantador señor Brooks en su peor enemigo, y no pasa un día sin que ella le recuerde en sus plegarias más fervientes: Ojalá se le caigan las muelas. Ojalá le peguen la sífilis. 

Un sinfín de deseos susurrados en la quietud de la noche. Montones de llamadas a pitonisas y adivinas. Velas negras quemadas del revés durante siete viernes seguidos. Resultados: CERO. El Universo se mantiene sordo a sus plegarias.

Y así trascurre un año. 

Ahora, Lizzy ha encaminado su vida. Acaba de conseguir un nuevo trabajo. Las cosas parecen irle bien. Hasta que llega a la oficina y descubre que su jefe no es otro sino el infame, el abominable, el… ¡¿condenadamente apuesto?! ¡¡¡DEREK BROOKS!!! Oh, querida...

Esposas malas (reseña aquí) fue un libro que me gustó, así que cuando vi esta otra novela de la autora me animé con ella. En general me ha gustado, aunque hubo varias cosas que comentaré que hicieron que no le pusiera más nota. 

Lizzy O'Conner es una aspirante a escritora que sueña con publicar su libro en una de las editoriales más importantes: Ediciones Brooks. Sin embargo, cuando recibe una carta del editor diciéndole que su novela es "una mierda" -literalmente- comprende que su sueño no se va a hacer realidad. Pero Lizzy es bastante rencorosa y puede que también esté un poco loca, por lo que le lanza mil y una maldiciones a Derek Brooks, el editor que ha catalogado su novela de esa manera. Pero el tiempo pasa, y aunque Lizzy no se haya olvidado de esas horribles palabras, acepta un puesto de secretaria en Ediciones Brooks. Para su desgracia, se deja dormir en su primer día de trabajo y, cuando finalmente consigue llegar a la oficina, la que iba a ser su jefa le comunica que ha habido un cambio de planes y que ahora pasará a ser la secretaria de Derek Brooks. Con tan solo pasar dos horas con él ya quiere tirar la toalla, pero el recordatorio de su compañera de piso de que hay que pagar el alquiler la convence de quedarse. No hay persona que haya sacado más de quicio a Lizzy que Derek, pero también la vuelve loca en otro sentido. ¿Estarían destinados a encontrarse?

El principio me pareció una auténtica maravilla, de verdad. Me pareció de lo más divertido, y es que me sentí muy identificada con la protagonista cuando no quiere levantarse de la cama una vez ha sonado el despertador y ella misma se va diciendo que si luego se da prisa se puede quedar 20 minutos más. ¿Qué pasa? Que se deja dormir y esos 20 minutos se convierten en una hora, y entonces sí que tiene que darse prisa de verdad. A quien no le haya pasado eso es que le gusta madrugar. Sin embargo, a medida que se avanza en la lectura la historia decae un poco por la actitud de la protagonista. Puede parecer la típica historia cliché, pues el tema jefe-secretaria está más que visto, pero esta difiere un poco de las demás porque la actitud del protagonista no es la de un hombre malhumorado y hay algo "oculto" que no os desvelaré. Me gustó bastante encontrar menciones de películas y series que yo he visto, como Crónicas vampíricas, 50 sombras de Grey y Crazy, stupid love. Hacen que la lectura sea algo diferente al resto y además también le dan un toque cómico a la novela por el momento en el que las menciona la protagonista.

"Solo un minuto.

Puede que cinco.

No más de diez, en todo caso.

Un cuarto de hora, haciendo un exceso.

Quizá veinte minutos, si me doy mucha prisa después."

En cuanto a los personajes, Lizzy O'Conner es la protagonista y es una mujer muy divertida que desvaría mucho, a la vez que se distrae un montón. Al principio me gustó bastante y hasta llegué a sentirme identificada con ella, pero luego, a más de la mitad de la novela, me costaba muchísimo entenderla, además de que no entendía del todo su concepto del amor. A partir de determinado punto me pareció una hipócrita e inmadura que no asumía las cosas y que se engañaba a sí misma. Guardaré un buen recuerdo de ella por sus monólogos mentales tan divertidos, pero me decepcionó cómo se comportó pasada cierta parte. En cuanto al protagonista, Derek Brooks fue diferente a como esperaba encontrármelo, y es que no es un hombre malhumorado que no soporta la presencia de la gente, sino uno gracioso y bastante despreocupado. No obstante, también me pareció inmaduro e infantil por no tomarse el trabajo más en serio y por gastarse el dinero del padre como si no hubiera un mañana. Me esperaba un crecimiento en él, pero no lo hubo. También me faltó más química entre ellos y hay una cosa que siempre me pone nerviosa encontrar en las novelas, y es echar de menos a alguien que acabas de conocer. ¿Pasa un solo día desde que se conocen y ella ya se pregunta si se está enamorando? ¿Y él le dice que la ha echado de menos? Creo que es algo que nunca entenderé. No empaticé con ningún personaje secundario, pero entre ellos están, por ejemplo, Lucy -compañera de piso y amiga de Lizzy- y Jensen, dependiente del Starbucks.

"En un mundo donde lo más valioso que tenemos es tiempo, cada segundo cuenta."

La narración es en primera persona desde el punto de vista de Lizzy y la pluma de la autora es como recordaba: sencilla y atrapante. El final me gustó y queda cerrado.

En conclusión. ¡Te odio, Derek Brooks! es un libro muy divertido que engancha desde el principio. Tiene varias menciones a películas y series que le añaden más humor a la novela por el momento donde las menciona la protagonista y puede parecer la típica historia cliché de jefe-secretaria, pero en realidad no lo es. No obstante, a más de la mitad de la novela esta decae debido a la actitud de la protagonista. 

Puntuación: