Reseña | Jane Eyre - Charlotte Brontë

Título: Jane Eyre

Autora: Charlotte Brontë

Traductora: Elizabeth Power

Editorial: Alianza

Páginas: 656

Fecha de publicación original: 16 de octubre de 1847

Dueña de un singular temperamento desde su complicada infancia de huérfana, primero a cargo de una tía poco cariñosa y después en la escuela Lowood, Jane Eyre logra el puesto de institutriz en Thornfield Hall para educar a la hija de su atrabiliario y peculiar dueño, el señor Rochester. Poco a poco, el amor irá tejiendo su red entre ellos, pero la casa y la vida de Rochester guardan un estremecedor y terrible misterio.

Este gran clásico me llamaba la atención desde hacía bastante, pero nunca me animaba a leerlo por la cantidad de páginas que tiene. Por suerte, salió como una de las lecturas conjuntas del club, por lo que, como ya no había excusa alguna que valiera, lo leí con las chicas.

Jane Eyre es una joven huérfana que vive en casa de la señora Reed, su tía, junto con los hijos de esta, pero no le tienen aprecio alguno y la tratan de la peor manera posible, echándole en cara que todo lo que hace está mal. Sin embargo, todo cambia cuando su tía decide enviarla a la escuela Lowood. Jane se alegra por poder estar lejos de esa familia, pero la escuela no es como ella la imaginaba y tendrá que aprender a sobrevivir en ese horrible lugar hasta que pueda marcharse. Pasan los años y Jane consigue un puesto como institutriz en Thornfield Hall. Ilusionada y contenta por su reciente libertad, se encamina al lugar que se convertirá en su hogar, pero durante su estancia descubrirá que tanto la mansión como el dueño, el Sr. Rochester, son de lo más misteriosos.

El libro está dividido en tres volúmenes y cada uno de ellos está conformado por acontecimientos importantes de la vida de la protagonista. Personalmente, el que más me gustó fue el primero, donde la propia Jane nos cuenta su infancia. Me conmovió y a la vez sentí rabia por todo por lo que tuvo que pasar. Además, en esta primera parte la narración me pareció más fluida, mientras que las dos siguientes transcurren más lentamente.
Sabía que iba a encontrar drama, pero no esperaba que el libro fuera tan dramático. No es que me haya disgustado, ya que este le da más profundidad a la historia, pero era algo que no esperaba, ya que creía que iba a ser más romántico. Es un drama romántico que me ha gustado bastante, y es que hacía tiempo que no leía una novela tan peculiar como esta con un romance tan apasionado. En cierto modo me ha recordado a Orgullo y prejuicio por la pasión que pusieron ambas escritoras escribiendo las historias, porque es algo que se nota, y mucho. También quiero destacar todos los temas que toca Brontë en la novela y que hacen que sea más especial aún. La libertad, la felicidad, la belleza y las clases sociales son aspectos que se tienen muy en cuenta a lo largo de la historia, pero quizás los que más destacan son los valores: la integridad, la bondad. Jane tiene bien claro cuáles son sus principios y no está dispuesta a renunciar a ellos.

"Se supone que las mujeres hemos de ser serenas por lo general, pero nosotras tenemos sentimientos igual que los hombres. Necesitamos ejercitar nuestras facultades y necesitamos espacio para nuestros esfuerzos tanto como ellos".

Jane Eyre es, sin duda, el personaje que sufre una mayor evolución. De una niña con genio pasa a ser una joven inteligente y con carácter que mide bien sus palabras antes de hablar. La autora, a través de ella, nos muestra que la inteligencia y la bondad son mucho más valiosos que la belleza o la riqueza. Lo que más me gustó de la protagonista fue que, a raíz del anhelo de libertad que sentía, decidiera forjar su propio futuro sin depender de nadie, solamente valiéndose de ella misma. A pesar de las penurias por las que pasó, es una mujer buena que aprendió a ser independiente. Tiene sueños y se esfuerza por cumplirlos. En cuanto al protagonista masculino, el Sr. Rochester, me pareció un hombre muy peculiar y diferente a los protagonistas de otras novelas clásicas (al menos de las que yo he leído), pero me gustó bastante. Es un hombre voluble, así que en un momento puede ser encantador y al otro un cascarrabias, pero eso mismo es lo que le hace tan peculiar. Ambos protagonistas son fuertes y apasionados y se complementan a la perfección. Hay muchos personajes secundarios y varios de ellos son muy importantes en la vida de la protagonista, pero no diré quiénes son para no estropearos nada. Tan solo decir que odié a la familia Reed.

"La gratitud y muchas asociaciones amenas y agradables convirtieron su cara en el objeto que más me gustaba contemplar; su presencia en una habitación la animaba más que el fuego más vivo".

La narración es en primera persona desde el punto de vista de Jane y muchas veces se dirige directamente al lector, haciendo que nos metamos más aún en la historia. La autora tiene una forma muy amena de escribir y los párrafos de descripción no se hacen pesados por la maravillosa pluma que tiene, pero sí es cierto que, en general, la novela tiene un ritmo pausado. Además, los capítulos son largos. El final me encantó y tengo entendido que hay una adaptación bastante fiel, que sin duda veré.

En conclusión: Jane Eyre es un clásico que nos cuenta la vida de Jane, una joven que desde niña tuvo que hacerle frente a una familia que no la quería, pero que entre tanta dificultad consiguió convertirse en una mujer fuerte e independiente. Es un libro con el que he disfrutado bastante y que ha hecho que quiera seguir leyendo más novelas ambientadas en la época. El tema central es el romance, pero este viene acompañado de numerosos temas importantes, y más aún en la época en la que fue escrito, como la libertad de la mujer, la felicidad y la integridad de uno mismo. Charlotte Brontë nos enseña, en esta apasionada novela, que la inteligencia y los principios son más valiosos que la belleza y toda la fortuna del mundo.

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